Carta a un viejo amor (ficticio)

Hola viejo amigo. Seguramente no te interesa mucho leer una carta como esta pero, yo necesito decirte todo lo que callé y nunca te dije.
Aunque el tiempo haya pasado y tu hayas continuado con tu vida yo no puedo pasar página completamente si no te escribo esto. Me gustaría decírtelo a la cara pero eso sería incomodo, tanto para ti como para mi.
Lo primero sería darte las gracias; gracias por estar a mi lado cuando todavía me amabas, gracias por los besos que antes me dabas, también por las caricias y las peleas estúpidas que siempre acababan en risas. Gracias por permitirme ser parte de tu vida durante un tiempo, gracias por callarme cuando lo que decía no tenía sentido, gracias por tu apoyo en los momentos de llanto, también gracias por tus consejos que siempre me ayudaron. Gracias por enseñarme a respirar durante un beso y por abrazarme cada vez que tenía miedo de los truenos. Gracias por enseñarme a amar y también, gracias por enseñarme que el amor no siempre es dulce. Gracias por eso y por mucho más.

Lo segundo sería explicarte el motivo detrás de esta carta. Es verdad que no conseguiré seguir si no te escribo esto, pero también está el motivo de que me he vuelto a enamorar y no sería justo para él que todavía piense en ti.
Quiero decirte que no me arrepiento de un solo momento que pasé a tu lado, aunque los últimos fueran los más dolorosos. No te guardo rencor por dejarme, ni tampoco por cambiarme por mi amiga.
Espero que seas feliz y que consigas lo que mereces. Lo Ăşnico que no te he perdonado es que le regalaras mi blusa favorita Ăşnicamente porque con las prisas de marcharme me olvide de que se encontraba en tu armario.
Ahora ya no importa. Como ya he dicho antes, el tiempo ha pasado y yo ahora tengo una nueva blusa favorita, un nuevo lugar al que llamar hogar y un nuevo amor al cual amar.

Dos grandes acontecimientos están por cambiar mi vida y no podría ser más feliz. Me encantaría invitarte a mi boda, pero prefiero no verte en el día más importante de mi vida. Espero que seas feliz y que la mujer con la que estés te ame y no te sea infiel como lo fuiste tu.

Y, si algún día volvemos a encontrarnos, te preguntaré con una verdadera sonrisa cómo te ha tratado la vida y, luego, te presentaré al hombre que me ha hecho la mujer mas sonriente del mundo y a nuestro hijo, fruto del amor que nos tenemos.
No sé lo que estas sintiendo en este momento y, la verdad, poco me importa. No sé si leerás esta carta pero, yo he cumplido al escribirla y eso tampoco me importa.

AdiĂłs,viejo amigo. 

Share this:

CONVERSATION

2 comentarios:

  1. This comment has been removed by the author.

    ReplyDelete
  2. me encantĂł y me sentĂ­ identificada con algunas frases...besos

    ReplyDelete