Hola a todos! Hoy es 25 de Noviembre: Día contra la Violencia de Género y el cumpleaños número 18 de mi hermana. Uno de esos dos hechos se puede celebrar, el otro no conlleva nada bueno que merezca una fiesta.
Ojalá no hiciera falta que existiera un día para recordar la violencia de género, ojalá no existiera la violencia de género, ojalá no existiera la violencia. Pero el ser humano es propicio a la autodestrucción, y cuando esta no es suficiente, a la destrucción en general.
Hoy voy a tomar un rumbo más serio y voy a enseñaros a aquellos que aún no lo sepáis algunas cosas sobre la violencia de género, el machismo y el feminismo.

1. Violencia de Género: La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra una persona sobre la base de su sexo o género que impacta de manera negativa su identidad y bienestar social, físico o psicológico.
2. Machismo: Actitud o manera de pensar de quien sostiene que el hombre es por naturaleza superior a la mujer.
3. Feminismo: Doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres. Completa igualdad entre los dos géneros.

El feminismo no es lo contrario al machismo -como puede llevar a pensar el término- el feminismo pide la igualdad entre los dos géneros. Su nombre tiene una razón de ser; dar presencia a las mujeres y resaltar que ellas también merecen ser reconocidas.

Después de esta pequeña "lección", vamos allá con el escrito que he preparado para hoy:





Dime, ¿cuánto más podrás soportarlo? ¿Qué más eres capaz de hacer por él? ¿No crees que ya es suficiente?

Estás ahí, parada de pie frente a él esperando tu sentencia. 
Tu cuerpo tiembla porque ya sabes lo que viene ahora. 
Pero no son los golpes ni los insultos los que más te dañan.
Por más que sangres, por más que te rompa los huesos, por más que te duela moverte. 
Por más que te quiebres no es eso lo que más te duele.

Te duele la decepción y la ira en sus ojos. 
Solo eres capaz de pensar: Lo haré mejor. No volveré a fallarte. Por favor, perdóname.
Y aunque todos sepan que no has hecho nada malo, que no has cometido más error que el de enamorarte de una bestia, tu no lo ves así.
Como quien padece de Síndrome de Estocolmo te has vuelto dependiente de tu secuestrador.
Secuestrador de tu vida. Secuestrador de tu cuerpo. Secuestrador de tu mente. Secuestrador de tu alma.
Te lo ha robado todo y aún así tú no lo ves.
Cegada por un falso sentimiento. La falsa creencia de un amor correspondido.
Y la fantasía funciona porque él es como un mago. Te hechiza con gestos de perdón, de falso respeto e infinito amor.

Pero tú le crees.

¿Cómo eres capaz de confiar en la palabra de un hombre que no hace más que dañarte?

Y después de todo tu vuelves a perdonarle. Te inventas mil excusas para convencerte de que no es un mal hombre. Te dices que te lo mereces; te dices que eso es lo normal, que lo hace por ti, para hacerte mejor.

Y él sabe que tu te crees sus mentiras. Y en su interior te llama tonta:
<<Estúpida mujer ingenua e ignorante que llegas a pensar que soy capaz de amarte.
¿Porqué amarte si puedo controlarte? Utilizarte a mi antojo y en mi beneficio. Sé que harás lo que te pida. Por más humillante que sea, por más doloroso, por más sucio o denigrante. Por mi lo harías todo.>>

Cariño, él no te ama. 
Te somete, te domina, hace de ti lo que le viene en gana.
Las cicatrices no se irán. No sanarán nunca. Pero si te marchas ahora puedes evitar que aparezcan más. 
¡No! No, no me des la espalda. ¡Escúchame! Esto no es un juego.
La próxima vez que se salga de control podría ser la última.¡Ese hombre no parará hasta matarte!
Y después solo saldrá a buscar a otra.
Otra pobre ingenua a la que engañará con falsas sonrisas, con palabras amables, con actos “románticos”... ¡Ja! Como si una bestia como él pudiera saber lo que es el amor.
Eso solo quiere sentirse más “hombre”, más “macho”. Quiere sentirse fuerte e importante. Quiere dominar de un manera retorcida y asquerosa. Solo quiere olvidar su propia mediocridad.

Así que; cielo, por favor, no te hagas esto.
No permitas que acabe así. Levántate. Ya sé que duele, ya sé que estás cansada, ya se que tienes miedo de dejarle.
Tu temor es que nadie sea capaz de amarte, de quererte de una forma sana y verdadera.

Cariño, ahí fuera, en el mundo del que él te ha privado, hay más personas.
Personas capaces de apreciarte como te mereces.
Personas que te respetarán, que te harán sentirte importante y especial. 
Porque lo eres.
Porque lo haces.
Importas.

No eres un juguete al cual tirar una vez se rompe. No eres un objeto. No eres una marioneta y no necesitas a un titiritero que te controle desde las sombras.

Eres fuerte.
Da igual lo que el te diga.
Eres fuerte, sino no serías capaz de aún seguir viva.

Ya eres fuerte.
Ahora solo tienes que ser valiente.
Valiente para volver a ser dueña de tu vida.
Apropiarte de las riendas y seguir tu propio camino.
Abrir la puerta y buscar ayuda.

No me mires así, cariño.
No pienses ni por un segundo que estás sola y que nadie querrá ayudarte.
Ahí fuera hay miles de personas que te ayudarán encantadas.
Te darán la mano.
Te acompañarán paso a paso.

Porque estamos aquí.
Porque no eres la única en esta situación.
Porque queremos ayudar.
Porque creemos que sois capaces de sobrevivir a esto.
Porque eres capaz de ser independiente.
Porque eres mujer.
Porque eres humana.
Porque mereces vivir. Tú y todas.
Porque no estáis solas.

Cariño coge mi mano.
Sí, así. Muy bien.
Ya casi has salido.
Ya casi podrás volver a ver el sol brillar.
Ya casi eres libre.
Ya casi has conseguido vencer a la bestia.

Dios, cariño, no sabes lo maravillosa y bella que te ves sin moretones y con esa sonrisa iluminando tu rostro.
***
Estás radiante.
Ahora sabes que eres perfecta tal y como eres.
Ahora eres feliz.

Cariño, has vencido a la bestia.
Ahora eres libre.




Espero que os haya gustado! Hasta la próxima y no os olvidéis de comentar o seguirme si os ha gustado!